A sugerencia de Cristina, la maestra del
colegio «La Romanilla», envié esta carta de presentación a los niños porque
querían saber quién escribía sus historias.
Al mismo tiempo sirvió para
introducir el proyecto «Quién soy yo», en el que los alumnos trabajaron el
árbol genealógico, la descripción, sus aficiones, sus proyectos de futuro, etc.
También pueden aprender a redactar una carta y practicar contestando a la mía. Las preguntas que les he formulado están marcadas en color violeta.
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Abejar,
a 3 de diciembre de 2016
Hola, amigos de Roquetas de Mar:
Os escribo esta carta para
presentarme y contaros algunas cosas sobre mí, así me conoceréis un poco.
Me llamo María y, como soy algo
cuentista, se me ocurrió imaginar y escribir las aventuras de los alumnos de segundo de primaria del colegio «La Romanilla», es decir, historias en las que
vosotros sois los protagonistas.
Aunque mis papás son de
Alicante, ¿sabéis dónde nací yo? En Girona, luego nos fuimos a vivir a un
pueblo de la costa Brava, y más tarde, volvimos a Girona.
Cambiar tantas veces de
domicilio y de cole tiene sus ventajas y sus inconvenientes: es verdad que
dejas amigos, pero también conoces más sitios y gente diferente. ¿Cuántas veces
habéis cambiado vosotros de ciudad o de cole?
Cuando era pequeña me gustaba
jugar a polis y ladrones, a saltar a la goma y a piratas, aunque prefería ser
un pirata y, a veces, los niños no me dejaban porque soy una chica. ¡Qué rabia!
Mis dibujos animados preferidos
eran: Heidi, la Abeja Maya, la Pantera Rosa y el Conejo de la Suerte.
Al principio no teníamos televisor,
y cuando papá compro uno, nuestra gata, Leysa, lo rompió. Se había aficionado a
dormir encima y al subir lo tiró al suelo sin querer. ¡Un desastre! Tenía mucho
miedo de que papá echara a la gata de casa, en cambio, adivinad qué hizo: pintó
un cuadro de la minina sobre la tele y se le pasó el disgusto. Ja, ja, ja.
Yo quería mucho a Leysa porque
jugaba conmigo y me seguía a todas partes, sobre todo, si íbamos de safari al
campo.
Fui buena estudiante porque me
interesaba saber de todo, no quería ser una ignorante. Las Mates se me daban
regular, las Ciencias me fascinaban, la Lengua era fácil, la Historia resultaba
interesante, la Geografía también pero me costaba aprenderme las ciudades de
memoria. Mis asignaturas favoritas eran: Dibujo, Ciencias y Gimnasia rítmica.
Durante un tiempo hice ballet
clásico, es divertido bailar, y de mayor quería ser bailarina, después me pasé
a judo. Vaya cambio, ¿eh? ¿Qué deporte os gusta a vosotros?
Los días de lluvia no podía
salir a jugar, entonces, dibujaba, hacía trabajos manuales y leía. Mis padres
me traían libros siempre que regresaban de algún viaje, los de fauna y flora
eran los que me hacían más ilusión. Y vosotros, ¿qué hacéis para no aburriros?
¿Cuál es vuestro libro favorito?
Ya habréis adivinado que me
encantan los animales, ¿verdad? Yo quería tener un caballo, aunque fuese en el
balcón, pero mamá me dijo que los caballos no saben subir tantas escaleras, así
que me quedé sin caballito. ¡Qué fastidio!
Un día estaba asomada al balcón
que daba al río Oñar y vi unos gatos acorralando a un halcón. ¿Sabéis qué se me
ocurrió? Bajar al río. Ahuyenté a los gatitos, metí al pájaro en una caja de
zapatos y me lo llevé a casa. « ¿Qué dirían mis padres? ¿Y si no querían bichos en casa?» Cuando
llegaron me miraron con esa cara seria de: ¿Otra vez has traído animales? Pero
el halcón era tan bonito que me dejaron cuidarlo hasta que se le curó el ala
herida, luego lo liberamos en una alameda. Yo estaba triste y contenta al mismo
tiempo, supongo que me entendéis, ¿no?
Cada verano pasábamos las
vacaciones en un pueblo de Alicante que se llama Castalla porque tiene un viejo
castillo en lo alto de un cerro. No importaba que el viaje hasta casa de mis
abuelos fuera larguísimo porque nos hacía mucha ilusión y estábamos impacientes
por llegar. En Alicante el cielo siempre era muy azul, volaban muchas
golondrinas y vencejos, las casas tenían rosales que olían de maravilla y
merendaba dulces y helados riquísimos.
Lo mejor era que el abuelo me
llevaba al campo, y la abuela y mamá me cosían vestidos para las Fiestas de
Moros y Cristianos. Era muy divertido coser perlas y lentejuelas y vestirse de
mora con aquel traje tan bonito.
Hubo un tiempo en el que aquí
vivieron cristianos y musulmanes, sin embargo, a menudo, se peleaban. ¡Qué
lástima que no supieran convivir en paz, porque a mí me gustan sus pastelitos,
sus vestidos y su sabiduría!
Ir al pueblo tenía un pequeño
problema —seguro que a vosotros también os habrá pasado— y el problema que, al
principio, era diminuto se hizo enorme. Os cuento: cada año me presentaban un
primo, una tía, una bisabuela, otra prima, otra hija del primo, una novia del
tío… al final el lío era tremendo con tanta familia desconocida.
—Mamá, no me aclaro —le
confesé—. ¿Antonio es el marido de tía Ángeles?
—Nooo. Es costumbre llamarla
tía, pero es tu abuela. Antonio y papá son sus hijos.
—Te haré un árbol genealógico —dijo papá.
— ¿Qué es eso?
—Es un dibujo donde se coloca a
los familiares para acordarse de la relación entre ellos y se parece a las
ramas de un árbol.
— ¡Uy, qué raro! ¿Como un árbol
que da primos y tías en lugar de manzanas?
—Ja, ja, ja, más o menos —se rió
mi padre y empezó a dibujar mientras me iba explicando—: Yo tuve un papá y una
mamá: Ángeles y Manuel. ¿Ves? Ahora los pongo uno al lado del otro con unos
anillos porque eran pareja.
Tuvieron dos hijos: Antonio y
Francisco. Así que Antonio es mi hermano.
Mamá también tuvo su papá y su
mamá: Jaime y Marta. Ponemos sus anillos.
Y tuvieron dos hijas: Fina y Julia. Julia es la hermana de mamá.
Mamá y yo nos casamos, unimos
con los anillos entre los dos, ¿ves? Luego nacisteis tú y tu hermana: María y
Susana.
La mujer de mi hermano, Antonio,
se llama Sara y tuvieron un hijo, Iván. Iván es mi sobrino.
La hermana de mamá, Julia, se
casó con José y tuvo dos hijas: Eva y Aurora. Eva y Aurora son sobrinas de mamá.
—Eva es sobrina de mamá, ¿qué es
respecto a mí?
—Los padres de tu papá y de tu
mamá son tus abuelos. Los hermanos y hermanas de papá y mamá son tus tíos y
tías; y sus hijos son tus primos y primas.
—Es un poco complicado pero creo
que si lo miro unas cuantas veces, al final, me lo aprenderé.
—Eso es, chica lista.
Os sugiero que vayáis dibujando el árbol en la pizarra a medida que leéis la carta. |
El tiempo fue pasando y yo fui
creciendo. Acabé los estudios en el colegio y en el instituto, después fui a la
universidad y luego empecé a trabajar en una oficina.
Allí conocí a un hombre
encantador y me casé con él. Tuvimos un hijo y una hija. ¡Uff, habrá que
apuntarlos en el árbol genealógico! ¿Podéis ayudarme y decirme dónde los pongo?
Mi marido se llama Marcos y los niños, Alberto y Estela.
Ahora ya soy mayor, pero cuando
tenía 35 y Alberto era pequeño me preguntó: «Mamá, ¿qué quieres ser de mayor?».
Le contesté que yo ya era mayor, y él insistió: «Ya, pero ¿qué quieres ser
cuando seas más mayor?».
Alberto tenía razón; todavía me
quedan muchos años de vida y aún puedo hacer un montón de actividades. Podría
investigar sobre temas que me interesan o diseñar jardines o ayudar a animales en peligro o escribir o dar
clases de cocina… Me gustaría mucho que me dierais otras ideas.
De momento, he hecho algo que me
apetecía mucho: vivo en un pueblo pequeño de Soria y tengo una gata y un husky
siberiano, con él doy largos paseos por los campos y el bosque.
Inuki y Kírara |
Y vosotros, ¿qué queréis ser de
mayores? ¿Cuál será vuestra profesión? ¿Qué haréis en vuestro tiempo libre?
¿Dónde pensáis vivir? ¿Protegeréis a los animales y las plantas? ¿Sobre qué os
gustaría investigar y ser expertos?
Queridos amigos, después de esta
carta ya me conocéis un poco, espero que vosotros también me escribáis pronto y
me contéis quién sois y las cosas que os gustan.
Un beso muy grande de vuestra
amiga en Soria.
María
He jugado un rato con Inuki y, ahora, con Kírara sobre las rodillas voy a escribir otra aventura del Comando Lobo.
©
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Hola María, entrañable tu presentación para niños y mayores, es la segunda vez que la leo. Estoy preparando la entrada compartida de tu primer viaje en mi blog. Y creo que te vas a presentar tu misma. Me encantó. Un abrazote grande
ResponderEliminarGracias, Emerencia. Me pregunto cuántas de estas cosas hacías tú también. Apuesto a que tenemos mucho en común. Un abrazo.
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